Socialización versus Vacunación
En primer lugar, debes consultar con tu veterinario cuál es el plan de vacunación que tiene pensado para tu cachorro. En general, la vacunación coincide con el periodo de socialización, pero dependiendo de la edad que tenga el cachorro, aún se puede extender mucho más en el tiempo. Y cuanto más nos extendamos, menos tiempo tenemos para habituar al cachorro a este mundo.
Dependiendo de la zona en la que vivas, habrá unas u otras enfermedades que pueden afectar seriamente a tu cachorro. Si es muy pequeño y aún no ha sido vacunado, no estará protegido, por lo que no puede tener acceso al suelo de zonas demasiado concurridas por otros perros que no conoces. Pero aunque no tenga las vacunas completas, no puedes perderte esta etapa clave en la socialización, y tienes la obligación de salir a la calle con el cachorro en brazos o en una mochila, para exponerlo al entorno, a las personas y a otros perros.
La exposición a los distintos estímulos que se encontrará siempre ha de ser muy corta, poco tiempo, poca interacción, pero mucha calidad en la experiencia. Es decir, siempre tiene que ser una experiencia positiva, sin agobios, sin forzar situaciones, asociando los estímulos con cosas buenas como comida o juego, ofreciéndole seguridad
Sabemos que la salud física del cachorro es primordial; pero también lo es la salud mental y emocional. Cada vez más veterinarios con conocimientos en comportamiento recomiendan comenzar con la socialización del cachorro cuanto antes sea posible, siempre que las condiciones sean favorables, como por ejemplo sacándolo a la calle con mochila, asistiendo a fiestas y clases de cachorros, invitando familiares y amigos a casa, invitando a perros que estén en perfectas condiciones de salud y equilibrados mentalmente.
Es prudente evitar exponer a un cachorro a perros cuyo estado de salud se desconoce, en parques y otras áreas probablemente contaminadas con heces de perro hasta que el cachorro esté completamente vacunado. En regiones donde el parvovirus es desenfrenado o donde otros agentes de enfermedades infecciosas pueden estar presente, incluso puede estar justificado evitar que el cachorro camine en sitios urbanos públicos hasta que esté completamente vacunado. Siempre hay que encontrar el equilibrio para que los cachorros puedan estar expuestos de manera segura a personas, lugares, vistas, olores y sonidos sin riesgo de exponerse a enfermedades infecciosas