La alimentación de nuestros compañeros animales que comparten los entornos urbanos con nosotros, actualmente depende de los humanos en su totalidad. Y esta alimentación, si bien está cambiando en los últimos tiempos, se ha basado en pienso (alimento balanceado, croquetas, etc.). Antiguamente y en otros entornos, como en los pueblos, los animales eran alimentados con las sobras de las comidas de los humanos, y además, tenían la posibilidad de vivir con cierta libertad, y esto se traducía en cazar o carroñar lo que encontraban, además de lo que recibían en nuestras casas.
Actualmente, somos nosotros los que determinamos la cantidad y calidad de la nutrición de nuestros animales. Para facilitarnos esta tarea, hace unos años aparecieron los piensos, alimentos secos que se supone tenían todos los nutrientes necesarios para cada especie. Lo que no nos contaron, es que muchos de los ingredientes de los piensos secos no son aptos para nuestros animales.
Hace unos 100 años aproximadamente, los perros eran alimentados con sobras de nuestras comidas, y los gatos se las apañaban cazando ratones, aves y otros pequeños animales. Las ciudades y el ritmo frenético que nos gobierna, han aumentado la demanda de comida para animales conveniente y de rápida utilización. Si ni siquiera tenemos tiempo para cocinarnos y comer saludablemente los humanos, ni nos planteamos una nutrición adecuada para nuestros animales. Este proceso comenzó con el envasado de comida tanto para animales como para humanos, en latas. Pero durante la Segunda Guerra Mundial, el metal escaseaba, y se comenzó a desarrollar la industria de la comida seca para las mascotas. En los años 50, Purina desarrolló un proceso nuevo para secar la comida, que se denomina “extrusión” y consiste en, una vez hecha la mezcla de comida, esta masa suave se calienta y se comprime, para luego enfriarse y convertirse en croquetas o pellets de forma más o menos uniforme.
Ahora bien, la composición del pienso es inexacta, especialmente en los piensos de baja calidad. Hay formas de entender la composición del pienso, teniendo en cuenta sus ingredientes y su posición en la lista, pero no es tema para este post. Lo que vamos a recalcar sobre este tema es que, no imaginamos que estén hechos con carnes dirigidas al consumo humano, sino con todo lo que sobra de la industria. Además, para que sea más rentable, utilizan diferentes cereales, que son dañinos para perros y gatos. Y finalmente, se utilizan diversos químicos como conservadores, saborizantes, colorantes, etc., no aconsejados ni para humanos ni para animales.