La importancia del paseo
Para tu perro, pasear es una necesidad; no solamente si vive en un piso, aunque vivas en una casa con jardín o terreno, tu perro aún necesitará pasear. No importa si crees que el espacio que le ofreces es lo que necesita para tener calidad de vida, la realidad es que un jardín no puede sustituir los paseos diarios.
El paseo ofrece estimulación sensorial, física, cognitiva, emocional, conductual y social al perro, enriqueciendo ampliamente su vida junto a nosotros, ofreciéndole nuevas experiencias y aprendizajes. Es el momento para que pueda descubrir nuevos olores, conocer otros perros, correr tras la pelota y hacer ejercicio, aprender a gestionar sus emociones ante situaciones nuevas y descubrir y comprender el mundo.
Lo de hacer pipi y caca durante el paseo, es prioritario para ti, no para tu perro. Aunque con el tiempo aprenderá que el paseo es el momento y el lugar para aliviar sus necesidades. Pero aprenderá esto porque naturalmente no les gusta hacer sus cosas en su casa, no porque tú lo obligues a hacerlo.
Los humanos tenemos unas creencias equivocadas sobre cómo realizar los paseos con nuestros perros y centramos el objetivo en que haga sus cosas, estire las patas y poco más. Veamos qué implica el paseo, qué debemos tener en cuenta, y sobre todo, qué necesita nuestro perro para que su paseo le genere un estado de bienestar integral.
Los paseos diarios no son algo reservado exclusivamente para los perros de ciudad que no tienen jardín y son su única oportunidad para hacer sus necesidades. El paseo es una necesidad incluso para los perros que cuentan con una casa enorme con un gran jardín, al igual que para nosotros sería una necesidad salir de nuestro hogar aunque viviésemos en una gran mansión con todos los lujos a nuestra disposición pero sin opción a cruzar la puerta.
Tú eres lo más importante en el paseo con tu perro
¿Te ha sorprendido el título? Pues es así: para tu perro, lo más importante del paseo, el mayor motivador, el mejor referente, la fuente de seguridad y confianza, el compañero de juego más divertido, eres tú. Si has construido una relación afectiva sólida, te convertirás en su mejor compañía.
Muchos humanos, especialmente los que viven en un piso en la ciudad, perciben los paseos como una obligación, en vez de una oportunidad para disfrutar con su perro. Esta percepción se refleja en nuestra actitud: nos sentimos malhumorados, no queremos perder mucho tiempo, nos fastidia cada vez que el perro se para a oler un árbol o a saludar a otro perro… Este estado de ánimo es percibido por tu perro y repercute negativamente en tu relación con él. El paseo debes tomarlo como una oportunidad para pasárselo bien ambos, humano y animal.
En ocasiones los paseos no son apetecibles para los dueños; si el paseo resulta desagradable, incómodo, peligroso, etc., debemos analizar el problema para poder darle solución. Por ejemplo, si pasear con el perro es estresante porque tira o es agresivo, habría que ponerse en contacto con un buen adiestrador para dar solución a esa conducta. Si el paseo resulta aburrido para ambos, podemos introducir variaciones, como buscar nuevos parques a los que ir, conocer nuevos perros y sus humanos, hacer algún tipo de deporte con tu perro durante el paseo o enseñarle algún truco nuevo. El paseo también puede ser un momento de relajación para desconectar de la rutina del trabajo o del hogar y encontrar en él un refugio para nuestra mente.
Durante el paseo, no sólo es cuestión de que el perro cambie de ambiente y sociabilice con otros perros. Piensa que el paseo es la mayor muestra de atención que recibe nuestro perro por nuestra parte. Es un tiempo que le dedicamos enteramente a él, y esto es algo que percibe y aprecia.
Te tiene sólo para él.
Y es así como se crea ese vínculo tan especial del que hablan los que ya han conocido el amor de un perro.
Como te decía antes, el paseo no es una actividad más, no es algo para hacer de prisa y corriendo, no hay que tomarlo a la ligera. El compromiso con esta tarea diaria nos permite compartir momentos especiales con nuestro perro. Los paseos son un compromiso que hay que cumplir, así que mejor tomárselos con una actitud positiva.
Revisemos algunas claves para hacer del paseo una experiencia completa:
¿Te animas a dejarte llevar por tu perro?
Te propongo que, en alguno de los paseos del día, le des la posibilidad a tu perro de elegir cada momento: en qué esquina doblar, cuándo parar, dónde observar el paisaje u oler la farola, en qué árbol comer hierba, volver sobre lo andado… Tú sólo síguelo… Si te centras en el tiempo, y no en el recorrido, esta actividad es muy divertida. Seguramente tú también descubrirás fachadas nuevas, grafittis que no habías visto, personas que no conoces del barrio…
Deja fluir a tu perro, y déjate fluir.
Alejandra Gomes d'Amaral
“¿Tú qué quieres hacer de tu vida? Yo quiero entender, sentir, cuidar y vivir con los animales.”
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